Es fácil para una consejera de educación que ordena y Manda, subir el precio del comedor, sin pensar en que hay familias que no tienen recursos suficientes, para llegar al fin de mes, y que por obligación tienen que dejar a sus hijos a comer en el centro escolar.
Ningún padre tiene culpa de que la empresa que llevaba los menús haya quebrado, y que ahora porque lo “Digo yo», se suba el precio del comedor, sin antes intentar informar a los padres y no hacerlo de un día para otro.
Señora consejera no mire solamente por su puesto y por el dinero piense en esas familias, que no llegan a fin de mes , que la subida del comedor es un abuso total.
Julio García Terente
Redactor del Delfín